lunes, 8 de octubre de 2012

Te ha pasado en la cama?


Es tu ligue de vacaciones, que has conocido muy, pero que muy recientemente. ¿Qué ocurre? Que no os conocéis demasiado. Tanto que no te ha visto ni desnuda, imagínate… Por ello no es de extrañar que el día que te llama para preguntarte si te apetece quedar para cenar… Tierra trágame. ¡Esta noche es la noche!
No es que sea tu primera vez… Tienes muchas ganas de hacerlo. Pero entre que te ha avisado a última hora y no estás en casa, no te da tiempo de ir a arreglarte un poco. En caso contrario, te depilarías, te ducharías y te cambiarías. Porque, sinceramente, no estás para una cita…Y menos para una de esas citas.
Exacto. Porque sabes que esta noche es la noche en que pasará algo… Así es que, con tu nerviosismo y rezando para que no de paso a más, ni te inmutas en toda la velada, haces como que no le prestas atención y lo estás ignorando demasiado. Te gusta pero prefieres explicarle que te encontrabas mal a que vea el matorral que no te has podido depilar. ¡En qué apuro me he metido!
Total, que no hay forma de decirle que no… Él se empeña, y tú, que no eres de piedra, le sigues la jugada. Se la sigues tanto que acabáis sobre la cama, tirados, tú con la camiseta desabrochada y él con la bragueta bajada.
Cuando se la ves, lo primero que te sale es la risa. Nada de expresiones sobre la inmensidad de su miembro. Si fuese medio verdad, aún se lo dirías, pero con tan pequeño instrumento, te parece feo hasta mentirle.
Pero espera, porque no termina ahí la cosa. Cuando va a quitarte el sujetador… Te lo sigue quitando… Te lo sigue quitando… Te lo sigue quitando… Madre mía, este chico es un desastre. No sabe ni quitar un sujetador con la luz encedida. Está tan nervioso que no entiende ni por dónde empezar contigo.
Así que tú te terminas relajando y olvídandote de lo que tienes entre las piernas… Total, él está mucho peor, piensas. Pero él no piensa igual que tú. Y cuando ve tal panorama… Se queda parado y te suelta el típico comentario de a ver si nos depilamos, guapa.
Ya sé que me tengo que depilar pero si me avisas a última hora, cómo me va a dar tiempo… Bueno, parece no haberle importado. Pero ahora eres tú la que se siente molesta. Ya no sabes ni lo que haces en esa casa.
Este tío es un completo desorganizado, por no decir otra cosa más fuerte. Si ni siquiera ha sabido ni por dónde empezar, ni cómo continuar… Y es que, resulta que ni se le ha subido en toda la velada. ¿Será que tendrá problemas de erección?
No queremos decir nada pero si has vivido situaciones como estas… ¡Enhorabuena! Habéis pasado la prueba de las situaciones más bochornosas en la cama! Y, si habéis salido sanas y salvas, habéis aprobado con muy buena nota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario