viernes, 27 de abril de 2012

Donó un riñón a su jefa y ésta la despidió


Debbie Stevens, de 47 años, ha pasado por un infierno después de donar un riñón a su jefa. Hizo un gran gesto solidario hacia su jefa, pero de nada le sirvió para mantener su empleo, los problemas de salud provocados por la operación le llevó al despido.

Debbie entró a trabajar en un concesionario de Long Island en 2009, fue entonces cuando conoció a su jefa, Jackie Brucia, de 61 años. Brucia entonces le contó sus problemas de salud y que no encontraba ningún donante. Debbie se ofreció inmediatamente a ayudarla, "es mi forma de ser" declaró en aquel momento.

Sin embargo, su órgano no era compatible con el de Brucia, por lo que los médicos se lo dieron a otro paciente de Missouri. A cambio, su jefa obtuvo un riñón compatible proveniente de San Francisco. 

Unos meses después de la operación, Debbie empezó a tener problemas digestivos y muchas molestias en las piernas, dichos problemas le dificultaron su vida normal.

Pese a todo, tuvo que volver al trabajo debido a que se sentía muy presionada por su jefa, “¿por qué no estás en el trabajo?, los demás van a pensar que tienes un tratamiento especial”, le reprochó Brucia.

Nada más incorporase al trabajo fue constantemente recriminada por supuestos errores frente sus compañeros. Tras unas discusiones fue situada en otro puesto, situado mas lejos de su hogar y en una zona donde ningún otro compañero quería trabajar por la escasa seguridad.

Tanto física como mentalmente estaba destrozada, consultó a sus abogados, que remitieron una carta a su compañía, después de la cual fue despedida.

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